La Chacarita
Querida tía:
He recibido gratamente las instrucciones y consejos que te he solicitado. Me apena en el alma informarte que no me resultaron. Desespero ante la duda de mi fracaso. Juan Alberto aún no entiende qué sucedió. Ansioso aguarda probarlo.
Con todo mi corazón, siempre tuya
Amalia
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Barrio Los Olivos, Capital.
Querida sobrina:
Quizás esta nueva vida te tenga con muchos pajarillos en la cabeza. Mi afecto por ti es infinito. No comprendo que sucedió. Mis instrucciones fueron claras y precisas. Juan Alberto deberá tener paciencia. Vuelvo a reiterarte los ingredientes:
-750 gramos de harina
-60 gramos de levadura
-300 centímetros cúbicos de leche
-2 cucharaditas de sal
-6 o 7 cucharas de agua.
El procedimiento es fácil, a los ingredientes secos le agregas gradualmente los líquidos y no apures el proceso. Vuelve a intentarlo una y otra vez. Espero pronto excelentes resultados. Te guardo en mi corazón.
Tu fiel tía
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La Chacarita
Querida tía:
Leyendo atentamente tus amorosas líneas, logré encontrar el desperfecto. En tu carta anterior, donde me detallabas los ingredientes del “pan de la Abuela”, confundí la letra “o”, con el cero para la cantidad del agua. Esa, querida tía, fue la razón de que mi fracasada elaboración no llegara nunca al punto de cocción. No podía siquiera contenerla entre mis dedos. Esto provocó que mi corazón se despedazara en un mar de llanto a pesar de los consuelos de Juan Alberto, de los que no puedo darte detalles.
No me daré por vencida. Tu siempre incondicional sobrina.
Amalia
Divertida, inesperada, casual y amorosa, una historia que pinta a su autora en cada palabra.