Lluvias de la bien venida

drip, blossom, bloom

I

A – Es sutil, ¿te das cuenta?, ¿te das cuenta? Suave, amorosa.

B – No, no sé a qué te refieres.

A – A esta lluvia. A la forma que te mece y te arrulla… Fuerte y suave a su vez… Y, de repente, se calma todo y deja de caer el agua.

B – Y viene el silencio.

A – El profundo silencio, que te conecta con el espíritu, con la suavidad del espíritu. Te deja sentir la muerte de cada gota que llega a la tierra.

B – ¡Que exageración!

A – A ver, siéntelo tú en la tierra. Siente el olor, la quietud, la vida, la muerte y la vida. Cierra los ojos, clava la nariz, entierra las manos. Experiméntalo.

Inhalación.

A – Siente cómo está llena de vida, en esa misma gota que muere, que se entrega, hay vida.

B – Y silencio, oscuridad. Movimiento adentro.

A – Es como que no se ve, la danza no se ve. Se siente.

B – Se siente profunda. Como si respirara en calma… Es suave, suave.

A – Si. Es suave… Siéntela, ahí adentro… Y de repente vida, movimiento. Movimiento que quiere salir, que empuja.

Exhalación.

II

A – Respira. Respira hondo. Siéntelo. Déjate penetrar, como la tierra, déjate dar vida. Déjate tocar.

B – Entonces… ¿es vida? Es fuego y a su vez, florece… Pero, ¿qué es lo que florece?

A – Tú eliges lo que florece.

B – ¿Eliges lo que florece?

A – Inténtalo. Vas, te mueves. Vienes, te aquietas. Tienes que ser suave en este crecimiento también. Sutil. Déjate sostener mientras tienes la fuerza suficiente para estar de pie. Sola. Independiente. Como quieres. Yo sé que quieres. Déjate tocar otra vez. Permítete ser cuidada por la tierra. Déjate bañar por el agua. No demasiado. Trata de que no sea demasiado. Ve dejando que te impregne en esa misma vida, con su propia vida. Ábrele espacio y deja salir la flor, las ramas. Siente crecer el tallo. Toma la fuerza y ve dejando que se refleje en ti. No tienes que hacer nada más que recibir y respirar profundo. Lento. Sin apuro. Siente tu corazón cómo se expande. Siente el agua estremeciéndote todo el cuerpo. Eres agua y tierra a la vez. ¿Te das cuenta?

Inhalación.

III

A – Eso, respira profundo y enciéndete en fuego, entrégate con calma, suave. Confía… escucha esto, escucha lo que te digo: ¡Confía! Confía en lo que eres… Ya eres. ¿Te acuerdas?

Exhalación.

A – ¿Te acuerdas que eres parte del espíritu?, ¿lo sientes?, ¿sientes la divinidad en ti? Escucha ahora. Escucha el canto de la vida.

Inhalación.

A – Ahora siente el Sol. Fuerte sobre tu cuerpo. Elevando tu temperatura. Eres fuego. Ábrete a este fuego. Siente el movimiento. Muévete desde la raíz. ¡Muévete!

Exhalación.

IV

A – Eso, exhala por cada poro de tu cuerpo. ¡Exhálate! Déjate ir de vuelta para convertirte en viento. Entrégate. Intégrate. Desintégrate.

B – ¿Me sientes?

A – Si. Soy la vida dentro de ti. Soy el Ser dentro de ti. Soy la verdad dentro de ti… Déjate. Déjate tocar. ¿Puedes hacer esto?, ¿con otros?, ¿desde aquí? Abrirte desde aquí. ¿Puedes danzarte desde aquí mientras te compartes?, ¿mientras te comparten?

Inhalación.

A – Inhala por cada poro de tu piel. ¡Inhálate! Entonces eres aire de vuelta. Fuego de vuelta. Tierra de vuelta. Te vas a desintegrar. ¡Morirás! Serás agua de vuelta. La misma agua que te dio vida. ¡Serás! Serás eterna nuevamente… Ya lo fuiste ¿Te acuerdas? Ahora es necesario que te dejes arrullar.

B – Es calmo y es intenso a la vez.

A – Si. Es intenso. Es hermoso.

Exhalación.

***

*Me imagino esta escena entre dos personas, bajo la lluvia, frente al mar. Una experta, “A”, que va suavizando a la otra, “B”, dudosa, pero anhelante de vida. En la medida que “A” le habla y guía a “B”, ésta se deja caer cola y cabeza en la tierra, espalda arqueada y pecho abierto.

Imagino que “A” le sostiene desde debajo, a la altura de la cintura mientras la ayuda a dejarse caer y con la mano contraria toca su pecho y abre lugar. Todo es muy suave y lleno de amor en ese contacto, y a su vez es fuerte y profundo. Entonces, “B” se entrega y cuanto más se entrega, más se disuelve. No estoy segura si “A” existe físicamente. Quien sabe… Inhalación.

Bio de autor

Roselyn LópezColombo-Venezolana, con un corazón sureño que late hoy como pasajera del «paisito uruguayo». Mujer, psicóloga, profesora de yoga y terapeuta soundtouch. Apasionada por los viajes con mochila y las bicis como medio para proclamar la libertad. Escritora del ritmo que rima atrevido por los infinitos tejidos de la vida.

1 comentario en “Lluvias de la bien venida”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *