Hoy no quiero contarte

Hoy no quiero contarte, de aquel año que quedamos varadas en San Pablo, con Gladis, cuando nos íbamos a París. Toda aquella gente alocada, porque no había vuelo. Ahora me parece irrelevante. Ahora quiero contarte de otra multitud, una que me dejó conmovida.  Acostumbrada yo a ver tanta gente en las paradas, en mi trabajo, en los liceos. Esta visita a la estación de servicio me enterneció. Creo que conté doce personas en la fila, todas a la distancia correspondiente. Unos con tapabocas, otros no, todos preocupados, así me veía yo, así creí verlos a todos. Me sentía mayor que el resto.

En un momento pedí permiso y me salí de la fila. Fui hasta la caja a buscar unas cositas, y me puse a conversar con el muchacho, un venezolano, joven y simpático. Se ve que yo tenía muchas ganas de hablar con otro ser humano fuera de mi casa, porque terminamos conversando de su licenciatura en música. Y fue ahí cuando me di cuenta que en la estación de servicio había música. El tema era de José Luis Guerra.

– ¡Pah!, hace pila que no escuchaba esta canción – le dije.

– La próxima que va a escuchar la compuse yo – me dijo orgulloso.

Me quedé prestándole atención, era muy caribeña, muy alegre, romántica.

– Está buena – le sonreí y volví a la fila.

Era graciosa la escena, haciendo la cola con banda sonora, entre la multitud. Estaba muy contenta con tan poco, resultó divertido, una pavada, me hizo bien.

En fin, fue un día menos en esta puta cuarentena.

Bio de la autora

Luz Marina Araújo nació el 5 de mayo de 1959, en Montevideo, Uruguay. Tiempo después se enteró por sus padres que ese nombre no era casual. Luz Marina era el nombre de una Miss Universo colombiana, morocha de ojos verdes. Sus padres pensaron que sería así y así fue. Su infancia transcurrió en la escuela pública sin mayor interés. Sin embargo en el liceo encontró su lugar, un mundo lleno de oportunidades y desafíos. Tiempos revueltos del país atravesaron su adolescencia, incertidumbres, temores. Sus diarios personales y cartas registran sus primeras vivencias. El gusto por la educación y por la Historia la llevó a estudiar profesorado. De forma discontinua escribe sobre sus vivencias y lo que percibe de la vida cotidiana. Hoy finalizando su labor docente, de forma casi imprevista, se adentra en un taller de escritura. Allí se encuentra con un profundo aprendizaje junto a sus compañeros. Siente que ha iniciado un viaje que desea continuar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *