El legado

damero

Llegamos en hora. El lugar era desconocido e informal. Músicos, cantantes y bailarines casi prontos. Médicos y enfermeros organizando el homenaje. El moderador, enfermero del CTI, había conocido a Jorge el Maestro en su lugar de trabajo. La breve presentación dio lugar a los acordes del trío y las emociones tan grandes se transformaron en sentimientos encontrados que decidieron anidar en el alma para siempre.

El piso blanco y negro en damero, añejado y sin brillo, soportaba las pantuflas gastadas de los pacientes ancianos y no tan ancianos, ansiosos y con oído atento. La música estaba en el lugar adecuado. Lejos, enmarcado por un ventanal blanco del siglo pasado, un paciente, alto, flaco, desgarbado y débil, miraba. Parecía no entender nada, solo esperaba.

El Maestro, con una elegante prolijidad desde su silla de ruedas, aguardaba para abrazarse al bandoneón de Seba. Tocó como si no hubiera dejado de hacerlo nunca.

Jorge dejó el Maciel después de tres meses. Aquel hospital había significado su hogar junto a sus leales cuidadores y fieles amigos. Ya en la casa de salud, Seba solía visitarlo muy seguido. El Maestro le contaba historias de su vida nocturna y tanguera, de sus giras y de las transgresiones que el alcohol le habían permitido. Reían juntos con los cuentos de Dolina en una amistad que la vida pocas veces permite. Los últimos acordes lucharon con lo poco que les quedaba y el veinte de julio, el día del amigo, el Maestro se fue de gira sin retorno. Hoy más que nunca, Seba toca su bandoneón, orgulloso del legado recibido.

Bio de la autora

Cristina Casas. Montevideana. Edad tanta como para contar muchas historias de la vida, los vicios, la familia y el mar. Docente y restauradora, caminando siempre junto al arte. La escritura no era lo mío hasta que sentí la necesidad de hacerlo cuando una historia real de músicos y amigos me hizo jugar desde la tristeza y el orgullo con letras, comas y frases. Fue ahí donde nació este relato El Legado.

1 comentario en “El legado”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *